viernes, 29 de enero de 2010

El Secreto de Whilhelm Storitz (Julio Verne)

Esta es una obra póstuma de Verne.
Se trata de una novela que no es exactamente el tipo de historia fantástica que uno esperaría de este autor.
La novela fue terminada por el escritor y enviada al editor, pero a mi manera de ver, al autor todavía le faltaba dar un repaso y pulido de la historia.
La historia no es mala, pero para ser un libro de Verne me terminó pareciendo aburrida. El final es ciertamente inesperado pero el desarrollo de la historia parece haber sido alargado innecesariamente con detalles que no venían a enriquecer la historia.
Los paseos del personaje que relata la historia en ocasiones me parecieron demasiado sosos y que decir de innecesarios.
La verdad es que me tomó mucho tiempo leer este libro, porque no lograba obligarme a mi misma a continuar con la lectura.
Por supuesto es un punto de vista, no puedo tampoco dejar de decir que a mi modo de ver, el escritor escribió esta historia para satisfacer su propio deseo de plasmar en papel más de algún sentimiento que abrigaba su corazón. Quizas por eso algunos dicen que el autor plasma en la personaje principal ese sentimiento de no poder ver a un ser amado, pero sentir que sigue junto a nosotros.
Además, el "malo" de la historia es puesto de tal forma y con tales acciones que parece que Verne quisiera reflejar en ese personaje todo lo malo que pudo imaginar y hacer que el lector sintiera desprecio por ese personaje, tal vez de la misma forma que él pudo haber sentido en algún momento de su vida por alguna persona.
Yo diría que hay ciertas cosas en la obra que verdaderamente parecen la expresión de pasiones, la forma como se describe el desprecio hacia el villano, el prejuicio que expresan los pobladores de Ragz contra los Alemanes y en este caso, por los prusianos. El cariño entre los miembros de la familia es exaltado casí tanto como los sentimientos de odio de Whilhelm Storitz. No se cuantas veces lei en la obra "Mi querido ..." como forma de tratarse entre los personajes, que llegó a ser hasta engorroso.
No es el mejor libro de Verne, pero tampoco significa que no valga la pena leerlo.