lunes, 26 de abril de 2010

Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (J.K. Rowling)

La tercera obra de la saga de Harry Potter constituye, a mi modo de ver, un gran avance en la técnica de la escritora. La historia sigue siendo en esencia muy similar a las anteriores dos obras, pero el estilo ha cambiado un poco y las descripciones y narraciones son más vívidas, más extensa y por lo tanto ofrecen en conjunto con la historia una experiencia más completa del ambiente mágico en que se desenvuelven los personajes.
La historia también mejora, en el sentido que ya no es fácil encontrar inconsistencias como en las anteriores entregas.
Una diferencia importante, con respecto a las anteriores obras, es la extensión de la obra misma, que enriquecida con el aumento de descripciones, también viene enriquecida con historias paralelas o alternas al hilo principal de la historia, que parecen querer ofrecer al lector una experiencia más cercana a la vida del estudiante Harry Potter en el colegio de magia.
El resultado final deriva en una obra que ya no solo es entretenida, sino además, literariamente digna de mención.