martes, 15 de noviembre de 2011

Jupiter (Francisco Gavidia)

Un relato teatral de los días que precedieron al grito de independencia que se constituyera en el inicio de la lucha independentista de Centro América del dominio de la corona Española.
En esta obra se mezclan los hechos históricos con hechos imaginarios de una forma bastante interesante y entretenida. El amor de Jupiter por Blanca lo ciega a todo y lo hace abrazar la consigna de libertad con la única intención que al conseguir la liberación consiga también su paso para quedarse con Blanca, sin siquiera pensar que su amor pudiera no ser correspondido.
Algunas frases del libro:
  • ¿Quién dice que hacemos bien no contando con el grueso del pueblo, si trabajamos para edificar la República?. Célis
  • ¿Está ese hombre tan alto que sólo puedo alcanzarlo con un puñal?. Júpiter.
  • Os aseguro que si el cuerpo es de carne, lo que es el alma es de acero. Jorge

viernes, 23 de septiembre de 2011

El abanico de Lady Windermer (Oscar Wilde)

En esta obra de Oscar Wilde, quizás lo que más se pone de manifiesto es la intolerancia de la sociedad en el tiempo del autor. En donde los chismes parecían ser la energía que movía a la sociedad, esto se puede ver a través de los personajes que se la pasan especulando respecto a las relaciones de Mrs. Erlyne y Lord Windermere. Además está la total falta de personalidad en más de un personaje que a través de la obra hablan de una forma en una escena y en el siguiente diálogo se contradicen según la persona con la que están hablando: lo importante es quedar bien con el interlocutor con quien están.
Las personas de alta sociedad de esta obra parece a mi modo de ver vacías y con escrupulos que cambian según su propia conveniencia, eso por supuesto no es sólo aplicaba a la época del autor.
Los personajes principales se ven afectados por esos criterios de la sociedad en que viven y sus acciones son el reflejo de esos paradigmas.

De las frases remarcables de la obra me llamaron mucho la atención estas tres que pertenecen al mismo personaje, y que parecen de alguna manera que los pensamientos del autor fueran canalizados a través de este personaje:
  • Porque creo que la vida es demasiado importante para que se hable acerca de ella en serio. Lord Darlington.
  • Existen momentos en los cuales hay que elegir entre vivir uno su propia vida plenamente, totalmente, por completo; o ir arrastrando una existencia falsa, superficial y degradante; que es lo que el mundo exige con su hipocresía. Lord Darlington.
  • (Un cínico es) Un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada. Lord Darlington.

La importancia de llamarse Ernesto (Oscar Wilde)

Es una obra excelente que refleja muchas de las cualidades de la forma de escritura del autor: estilo estético, claro, de argumento sencillo pero atrayente, entretenido e irónico.
Se trata de una obra de teatro con personajes que dan paso a diálogos cómicos y muy irónicos, en donde el lector, o el espectador (en caso de una presentación) no podrá dejar pasar un sólo momento, una sola frase de la obra sin sentirse atrapado y esperar ansiosamente por el siguente acto, la siguiente línea, el siguiente desenlace.
Frases que llamaron mi atención:
  • La crítica literaria no es tu fuerte. No la practiques jamás; hay que dejarla a las gentes que nunca han pasado por una universidad. Archivaldo.
  • Yo pienso que cuando alguien tiene que decir cosas desagradables, lo tiene que hacer con claridad. Cecilia.
Tengo que agregar, que de los libros que hasta ahora he leido de este autor, es posiblemente en Archivaldo en donde me parece que el autor dejó más de si mismo de lo que dejó en otros personajes. Este personaje que introduce su término y estilo de vida de "bunburismo" (inventar excusas y escaparse de compromisos para hacer según le plazca) es irónico y descarado, pero lo que me hace pensar que posee más del autor que otros personajes son sus palabras, como las de la frase marcada arriba. Claro que esa misma frase me advierte que el tratar de ser una critica literaria es un error y me recuerda mi propio pensamiento de que hay que apreciar la obra literaria por si misma y no por los lazos que lo unen a su autor.

lunes, 29 de agosto de 2011

Luz Negra (Álvaro Menen Desleal)

Una obra de teatro, corta, interesante y muy fácil de leer.
A primera vista la obra de este autor puede parecer sencilla y con un argumento ligero, pero a mi modo de ver, entre líneas hay más de lo que se ve. Los personajes principales: un ladrón y un revolucionario. Ambos colocados bajo el mismo sufrimiento, bajo el mismo destino y bajo la misma hacha del verdugo.
Es interesante como los diálogos entre estos dos personajes parecen darse entre dos amigos de toda la vida, con jocosidades, ironías, pleitos, sentimientos encontrados en un momento en que las condiciones son iguales para ambos. Sus vidas habrán sido diferentes, pero en el final hasta sus nombres parecen coincidir.
El pasaje en que un ciego llega a hablar con ellos es un momento de extrañas ironías en donde uno de ellos se describe a si mismo como un idealista y al otro como un ciudadano. Es durante este momento de la obra donde discuten como debería llamarse la plaza, esa plaza que se llama "Libertad", pero que cada quien quiere dar un nombre diferente, aun cuando cada uno sigue repitiendo la misma palabra "Libertad", es obvio que cada quien la escucha y la entiende diferente, siendo para mí más que simbólico que la libertad es entendida por cada uno de nosotros de manera distinta a los demás.
Tres frases que llamaron mi atención:
  • En mi negocio, la clave consiste en saber que las personas prefieren dar la vida y no la bolsa; pero siempre entregan la bolsa por la vanidad.  Moter
  • Cuando se pierde la luz, se pierde el nombre; cuando se pierde el nombre, se pierde el hombre.  Ciego.
  • Plaza Libertad, Plaza Libertad o Plaza Libertad, ¿qué más da? Se llame como se llame un día servirá otra vez para lo que sirvió hoy.  Moter


jueves, 2 de junio de 2011

Otelo (Shakespeare)

Toda una historia de intrigas, en donde parece que el principal personaje es Yago y el centro de la historia toda la estratagema que monta para hacer caer a Otelo.
Puede que al final Yago no termine con el desenlace que él hubiera querido, pero ciertamente su propósito de arruinar a Otelo se ve cumplido, arrastrando en el camino a muchos inocentes.
La obra es entretenida, con un argumento simple pero muy bien elaborado que nos hace estar pendientes de cada escena, en espera de conocer el desenlace de la obra, que no es del todo predecible.
Este podría ser un ejemplo de como una historia que es sencilla puede ser considerada una obra maestra, no por lo intrincado del argumento, sino por la excelencia de la caracterización de los personajes, la forma de relatar los hechos y claro, un desenlace no previsto.
Al final, no puedo dejar de ver a Otelo como un idiota, que cree en la palabra del que piensa su amigo antes que creer en la de la mujer que ama, que sacrificó todo por estar con él.
Tampoco puedo dejar de ver matices feministas y machistas en la conversación de Emilia y Desdémona. Diría que las palabras de Emilia al referirse al trato de los maridos no parecen corresponder a la época de la obra o del mismo autor.
  • Si ellos van a prodigar con otras el amor que es nuestro, o nos encierran en casa por ridículos celos, o nos golpean, o gastan malamente nuestra hacienda, ¿no hemos de enfurecernos también? Cierto que somos benignas de condición, pero capaces de ira. Y sepan los maridos que las mujeres tienen sentidos lo mismo que ellos, y ven, y tocan, y saborean, y saben distinguir lo dulce de lo amargo. Emilia
  • ¿Nosotras no tenemos también apetitos, pasiones y flaquezas? Conforme nos traten, así seremos. Emilia
  • El Señor me ampare, y haga que el mal trato de mi marido produzca en mí virtudes y no vicios. Desdémona

jueves, 20 de enero de 2011

Cuentos (Oscar Wilde)

Lei un libro que recopilaba 9 cuentos de Oscar Wilde, que incluyen:
  • El principe feliz
  • El crimen de lord Arthur Savile
  • El cumpleaños de la infanta
  • El modelo millonario
  • El joven rey
  • El gigante egoísta
  • El ruiseñor y la rosa
  • El fantasma de Canterville
  • El pescador y su alma
Diría que es literatura ligera, pero con un trasfondo bastante profundo y con un estilo y unas formas que me hacen pensar que el nombre de "Esteticismo" dado a esta corriente y a este autor está bien dado. Leer sus cuentos es leer una obra en donde las cosas parecen estar donde deben estar, parecen fluir con gran naturalidad, no hay tonos exagerados, ni tonos que se queden cortos y es quizá, como repite el autor en palabras de varios personajes, una experiencia "deliciosa".
Cada cuento es una maravilla, pero a mi gusto destacaría El principe feliz, El joven rey y El ruiseñor y la rosa. Los primeros dos me parecieron de excelente contenido y un leve toque cínico y de crítica a la sociedad. El tercero es un caso aparte: conmovedor y hasta cierto punto yo lo calificaría de autoretrato. Puesto que el ruiseñor es como el artista, que entrega su vida para generar una obra de arte y sólo él comprende el gran sacrificio que significa y todo el amor que pudo poner en su trabajo, pero están los observadores, los críticos que no entienden al autor de la obra y que muchas veces la desechan sin miramientos.
Claro que es mi punto de vista y puedo estar cometiendo el mismo error de no entender lo que quiere decir el autor, asi como el joven estudiante no entendía al ruiseñor.
Algunas de las frases que me llamaron la atención:
  • Lo interesante pocas veces es correcto. El mundo lo han hecho así. lady Windermer en El Crimen de Lord Arthur Saville.
  • La mejor base para el matrimonio es la perfecta incomprensión. lady Windermer en El Crimen de Lord Arthur Saville.
  • En la guerra los fuertes esclavizan a los débiles, y en la paz el rico esclaviza a los pobres. Tejedor en el joven rey.
  • Por nuestras calles sin sol se arrastra la pobreza, con su mirada hambrienta, y el Pecado, con su cara repugnante, la sigue de cerca. La miseria nos despierta por la mañana y la Vergüenza vela con nosotros por la noche. Tejedor en el Joven rey.
  • ¡Que cosa tan rara!. El sacerdote dice que el alma vale todo el oro del mundo, y según los mercaderes no vale ni media moneda de plata. El pescador en El pescador y su alma.